Es para nosotros un honor y un placer dar a conocer a Alejandro Robledo como el ganador del Concurso de Diseño Emergente So Catchy! en la categoría de Moda. Esta joven promesa es un gran emprendedor proactivo e inquieto, que estamos seguros dará mucho que hablar.

Por nuestra parte, tiene todo el apoyo y el asesoramiento que necesite para hacer de su inicio en Moda una gran trayectoria. Desde So Catchy!, os dejamos con la entrevista que nos concedió, para que conozcáis un poco más sobre Alejandro.


So Catchy!: Alejandro, cuéntanos cómo comenzó tu andadura en el mundo de la moda.

Alejandro Robledo: Debo confesar que he fantaseado mucho con responder a esta pregunta cada vez que leo entrevistas a otros diseñadores, y se me hace muy raro contestarla en un medio que no sea mi imaginación.

La verdad es que no tengo una de esas historias en las que de pequeño cosía vestidos para muñecas o trasteaba con ropa vieja de mi madre, porque nunca he pensado qué quería ser de mayor. Estaba muy ocupado siendo un niño que quería ser entrenador Pokémon o Cenicienta. Mis padres siempre me dijeron que hiciese arquitectura, y supongo que veía tan lejos el futuro que me parecía bien, hasta que un día, en 3º de E.S.O., alguien me dijo «podrías estudiar algo de moda», y automáticamente me encajó como plan de futuro.

SC!: ¿Cómo surgió la idea para tu colección Three-D?

AR: Pues la verdad, ni idea. Era una de esas miles de ideas que tienes en la cabeza esperando a que se presente la motivación para llevarla a cabo.

Supongo que se me ocurrió mientras estudiaba 3D y concept art de videojuegos, porque me hacía mucha gracia ver a los personajes en el programa de 3D hechos a base de polígonos.

También me gusta la idea de ser parte de un videojuego, pero en la vida real. Me encanta cómo se visten los personajes de los videojuegos, especialmente en sagas como Final Fantasy, porque no hay límites. Son excesivos, ostentosos, y no les importa si su aspecto es femenino o masculino. Y además pueden lanzar hechizos. La diferencia entre esos personajes de fantasía y la vida real, es que nosotros somos imbéciles y nos encanta ponernos límites. Menos las drag queens, ellas son muy amas.

SC!: ¿Cómo es tu proceso creativo? ¿Cuáles son tus fuentes de inspiración?

AR: La mayoría de veces mi cabeza elige un concepto o inspiración al azar, con el que simplemente me apetece mucho trabajar, y a partir de ahí comienzo a establecer las normas que van a regir cómo desarrollarlo. Si el proyecto ya tiene unas reglas, siempre intento «saltármelas» de forma legal. Quiero decir, busco el «vacío legal» que me permita interpretar las normas a mi gusto. Creo que eso le quita rigidez al proceso y hace el resultado más personal y divertido.

Con respecto a las fuentes de inspiración… Puf. Todo es voluble de ser inspirador. Lo único en lo que no me suele gustar inspirarme es en la propia moda, a no ser que sea por una razón muy justificada. Me parece que es redundante y un poco vago, porque es como coger algo ya hecho y simplemente adaptarlo al criterio personal. La moda es, o debería ser, mucho más que la propia moda.

SC!: ¿En qué estás ahora mismo? ¿Cuáles son tus proyectos o metas a corto plazo?

AR: Ahora mismo me estoy peleando con el mundo, de las maneras que mis medios me permiten. Por un lado, a través de un pequeño canal de YouTube bajo el nombre de Parodi Paradise. Es una cosa que ADORO hacer, porque me sirve de desahogo y obtengo reciprocidad por parte de mis amigos, de lo cual aprendo muchísimo.

Por otra parte, ya más enfocado a la moda, me encanta diseñar para hombre, y en especial, para un hombre femenino, pero es muy difícil encontrar empresas que quieran atreverse con ello, y las marcas que lo hacen terminan vistiendo más a mujeres. Además, en todos lados piden experiencia, que se consigue trabajando, pero para trabajar necesito experiencia, que se consigue trabajando… No sé si queda claro el problema de esta situación. Así que, como nadie me ofrece la oportunidad, estoy procurando crear mi propia experiencia y demostrar mi valía presentándome a todos los concursos de diseño que puedo. Por eso agradezco tanto esta oportunidad, y creo que debería haber muchas más iniciativas como esta.

SC!: Y, ¿a largo plazo? ¿Cuál es tu sueño? ¿Dónde te gustaría verte en 5 años?

AR: Mi sueño más sincero es tener una excusa para llevar un traje inspirado en el vestido de Cenicienta. Algo de hombre, pero muy femenino. Igual puede parecer una tontería, pero es algo muy complicado hoy por hoy.

Lo de los hombres femeninos, (o más exactamente, la moda genderless), es un concepto que está muy de moda, pero no está repercutiendo en la calle tanto como debería, y me da miedo que al final se quede en un movimiento pasajero. Estoy harto de hablar de moda para hombres femeninos y que, automáticamente, me digan que es «ropa de gais», lo cual es, además, profundamente homófobo. Se puede ser gay y masculino, y hetero y muy femenino. Se puede ser una mujer masculina y un hombre femenino. Creo que estamos en un punto donde femenino y masculino deberían describir actitudes independientes del género. Si estamos hechos de la misma piel, músculos y hueso, no entiendo por qué nos tenemos que vestir con materiales, formas y colores diferentes. No entiendo por qué tenemos que comportarnos diferente. O incluso por qué tenemos que tener diferentes metas y aspiraciones. Creo que la moda es el resultado estético de una manera de pensar, y como diseñador me gustaría cambiar esa visión.

Y de aquí a cinco años… Ni idea, no lo pienso. El futuro no existe, y cuando lo hace, lo llamamos presente.

SC!: Para terminar, comparte con nosotros algunos diseñadores, artistas o cuentas de Instagram que admires.

AR: Bueno, si admiro algo, eso es, sin duda, el mundo del drag. Creo que las drag queens son el concepto al que deberíamos aspirar todos: haz lo que más te guste, disfrútalo, y haz disfrutar a los demás con ello. Si tengo que nombrar a una sola, desde luego me quedo con RuPaul y su certera frase <<naces desnudo, y el resto es drag>>.

Respecto a diseñadores, sé que todo el mundo tiene en un pedestal a Cristóbal Balenciaga, y no cabe duda de que fue el mejor haciendo su trabajo. Pero creo que Coco Chanel aportó mucho más a la moda y sobre todo, a las mujeres. Les dio independencia, les abrió las puertas del armario masculino y con ello abrió las puertas a un mundo reservado a los hombres, y convirtió elementos de la pobreza en símbolos de sofisticación. Simplemente, se cargó muchas barreras, más allá de sus trajes de tweed y camelias.

Y personalmente, creo que no es sano admirar a alguien sólo por su Instagram. Es un medio estupendo para mostrar la trayectoria profesional, informar y dar a conocer una marca, pero las personas no deberíamos convertirnos en marcas. Eso sólo motiva a la gente a dejar de mostrarse humana.


Layout por Michael Padilla