“Mis pensamientos, mis memorias y mis sueños, lo que viene a mi mente cuando estoy despierta, con los ojos bien abiertos; o lo que se manifestó en mis sueños soñados con los ojos cerrados. Un baile entre la consciencia y la inconsciencia organizado en palabras que súbitamente se ordenan solas. Literalmente. Un discurso en una secuencia que parece interminable. Puedo cogerlo con mis manos si quiero. Se convierten en algo concreto. Puedo moverlas y cambiarlas de lugar, puedo apartarlas a un lado. Puedo trabajar en ellas con mis manos, hasta que se convierten en tejido. Cada centímetro de esa línea, palabra por palabra, pasó a través de mis dedos y fue tejido cuidadosamente, adoptando forma propia. Puedo entrar y salir de él, puedo ponerlo del revés o puedo convertirlo en mi propio revés”.
Cecilia Vilela es de Sao Paulo, Brasil. Se graduó en Diseño de Moda allí, y también estudió Creación Artística Contemporánea en Portugal. Ahora vive en Londres, una ciudad que inspira al Mundo Entero donde la creatividad emerge de todas partes. Su trabajo artístico está influenciado por la idea de un meticuloso trabajo a mano, casi obsesivo, que requiere tiempo y desafía la velocidad de la mayoría de las formas de expresión contemporáneas.
Desde So Catchy! Where Fashion Begins, hemos hablado con Cecilia para aproximarnos a su trabajo, Sueños Tejidos, que ha sido publicado por primera vez en Quincas Magazine (vínculo en portugués), el pasado Junio. 
So Catchy: ¿Es este el primer trabajo a mano que has realizado? ¿Qué otras formas de expresión artística has probado antes?
Cecilia: todos los trabajos que he realizado exploran el trabajo manual como una característica propia. Siempre hay detalles meticulosos hechos a mano, que llevan su tiempo… Sin embargo, podría decir que este es el primer trabajo que he hecho sin preocuparme tanto acerca del resultado o la intención (es arte? Moda? Textil?) La mayoría de lo que había hecho antes estaba estrictamente relacionado con la producción de ropa. Aunque pudiera ser muy conceptual, no dejaba de ser ropa. Ahora me estoy librando de eso como un requisito para futuras creaciones…. Y lo que queda, no importa lo que esté haciendo, sólo es exactamente el trabajo manual.
SC: Como te surgió la idea de escribir palabras en un lazo, y luego tejerlo?
C: La primera idea vino durante el desarrollo de un proyecto universitario que tenía la “identidad” como el concepto por explorar. Quería destacar el proceso más que el resultado. También quise explorar la importancia que las piezas escritas tienen para mí, y aunque estas piezas nunca son el resultado de mi trabajo, no dejan de ser la influencia referente. Y me gusta la idea de mostrar que están ahí, de alguna manera. Aunque no puedas leerlas, hay un montón de energía puesta en la creación de ese contenido. Y está ahí, en esencia.
SC: ¿Cuánto medía el lazo?
C: Unos 150 metros. Corté las líneas de un trozo de tela, y luego las uní usando una máquina de coser, colocándolas unas detrás de otras.
SC: Hablas sobre sueños y recuerdos en la descripción de esta pieza artística, ¿Qué significa para ti?
C: Se trata de externalizar sentimientos, jugar con la propia expresión. Son mis propias ideas puestas fuera de mí, materializadas en una forma que ha sido modelada con mis propias manos. Es un proceso en el que trasformar en algo estético una cuestión de sentimientos.
SC: ¿Podrías destacar 3 palabras de las que has tejido?
C: Honestamente, no creo que pudiera destacar tres palabras que pudieran tener sentido por sí solas… Pero puedo explicar un poco el significado del contenido. El hecho de que las palabras estén dispuestas sin orden ni concierto es intencional, básicamente es una mezcla de notas que extraje de mi viejo bloc. Muchas descripciones de sueños que he tenido (sí, tengo la costumbre de escribirlos cuando me despierto, siempre que los recuerdo), mezclados con otros textos, éstos un poco más conscientes: algunas impresiones sobre mi realidad, algunas notas acerca de lo que en un algún momento he querido que fuese mi realidad. Y también he incluido algunos recuerdos de palabras de otras personas: notas o extractos de libros, pero sólo escritas según yo las recordaba: sólo lo que queda de ellas en mi memoria, exactamente como las tengo en mi cabeza. Todo mezclado de manera que muestra la falta de alineamiento de nuestra mente, un tira y afloja, un lío. Quería explorar la idea del subconsciente que se manifiesta en nuestros pensamientos, así que simplemente dejé que fluyeran de manera aleatoria y libre. Sin embargo, la intención nunca fue revelarlos unos a uno… Lo que importa es que todo salió de mi mente, se hizo concreto, y como veis en las imágenes, vuelven a mi cabeza de nuevo!
SC: Hablas sobre este trabajo como una reacción a la velocidad del ritmo de vida… ¿Cuánto tiempo te ha llevado finalizar la obra? Cuéntanos sobre el proceso creativo y su ejecución
C: Fue un proyecto que decidí que quería hacer y justo antes de que me pusiera manos a la obra recibí una invitación de la Revista QUINCA para exponerlo, lo que me forzó a trabajar a marchas forzadas. Con el trabajo creativo puedes estar desarrollando, desarrollando y desarrollando de manera interminable, así que tenía 3 semanas para hacerlo todo. Sumado a que tengo un trabajo a tiempo completo, bueno… No tenía demasiado tiempo extra, y si tengo que ser honesta, la prisa por acabarlo me tuvo sin dormir alguna que otra noche… Sólo la tarea de unir las piezas me llevó una semana. Sin embargo cuando hablo del proceso lento, me refiero a la idea de volver al proceso artesanal en lugar del industrial, no eliminándolo definitivamente de nuestras vidas, pero sí encontrando los espacios para mantener ese proceso manual vivo, haciendo posible la existencia de equilibrio entre ambos. Cualquier tipo de proceso en el que usas tus propias manos lleva un tiempo en el que no hay manera de hacerlo más de prisa. Cuando utilizamos a una persona en lugar de una máquina hay un factor humano que implica ciertos límites… se convierte en un trabajo más personal
SC: ¿Qué te parece Londres como ciudad para vivir? ¿Te inspira?
C: Ciertamente me encanta vivir aquí. Especialmente por la diversidad. Tengo la sensación de que las diferencias son bienvenidas y se aceptan de manera natural aquí. Y esta actitud es la que permite mantener la mente abierta a nuevas posibilidad en cualquier aspecto. Creo que eso es lo que más me inspira y me motiva de aquí.
SC: ¿Dónde podemos encontrar tu trabajo ahora?
C: La pieza al completo esta justo aquí, en mi armario, jaja. Lo que lo vuelve todo más irónico, considerando que no quería hacer nada relacionado con la ropa, y al final ha terminado en el mismo sitio… Pero mi idea para este proyecto era tener sólo imágenes como resultado. Desde el principio el trabajo estuvo pensado para obtener imágenes al final, no el material en sí mismo. Fotos, por cierto, para las que tuve la inestimable ayuda del fotógrafo Asher Herr. Contar con él para este trabajo ha hecho posible que se haga visible.
SC: ¿Está pensando hacer algo más como esta obra en el futuro?
C: Sé que la escritura y la confección son referencias muy influeyentes para mí y por supuesto que serán algo recurrente en mis próximos trabajos. Por el momento estoy explorando algunas posibilidades con la fotografía y el bordado juntos.
SC: Ahora, queremos conocerte un poco más, ¿cuáles son tus materiales favoritos para trabajar?
C: En este momento, mi material favorito es el hilo. Es muy versátil. Con una aguja como única herramienta, te permite construir estructuras, o puedes coser y unir cosas juntas. Y más allá de eso, los hilos son líneas, un elemento básico para la composición visual.
SC: ¿Cuál es tu lugar favorito para vivir?
C: Las grandes ciudades donde pasan muchas cosas a la vez y que te dan la sensación de que puedes encontrar todo tipo de cosas y personas ahí; aunque probablemente nunca estés buscando todas esas cosas!
SC: ¿Qué música escuchas mientras trabajas?
C: No diferencio tipos de música según la actividad; así que para trabajar también escucho lo que soy yo misma… ¡y la mayoría del tiempo eso es música brasileña!
SC: Cuál es el artista en quien más te inspiras?
C: Ronaldo Fraga, un diseñador brasileño. La identidad visual de lo que produce y lo que yo hago son completamente diferentes, ni yo pretendo tampoco llegar a trabajar con grandes marcas como él, pero me siento inspirada por él como una referencia de éxito profesional. Hace algo que parece imposible en Brasil: aportar la viabilidad comercial a un trabajo de diseño que a la vez es muy artístico y auténtico, nutrido por la cultura brasileña como su inspiración más fuerte.
SC: Y la última: ¿Cuáles son tus planes para el futuro?
C: Quiero consolidar mi trabajo en ese espacio que hay entre la moda y el arte, lo cual es muy difícil de ser etiquetado, y aliarme en mi base y mi interés por encontrar el balance productivo de esa mezcla.
Podéis seguir el trabajo de Cecilia Vilela en su Tumblr y en su nueva cuenta de Twitter.
Fotos cortesía de Asher Herr.
