En So Catchy! pensamos que, cuando se tiene talento para el diseño, da igual la disciplina a la que se aplique esta habilidad. Carmela y Alfonso son una pareja de arquitectos (y pareja en la vida real también) que están decididos a revolucionar la concepción del calzado artesanal. Así, partiendo del zapato de Valverde del Camino, cuna andaluza de la maestría artesanal aplicada a sus famosos “botos”, estos sevillanos han dado con la fórmula para conjugar la vanguardia del diseño respetando la “honestidad” con la que se fabrica el zapato valverdeño.

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Carmela y Alfonso de Ray Garzía Shoes

Hace poco más de un año que, paseando por Barcelona, decidieron cambiar de rumbo profesional. No tenían contacto previo con el mundo de la moda pero Carmela y Alfonso vieron el zapato como un objeto en el que volcar toda su creatividad. Estaba claro que el camino no iba a ser fácil, así que empezaron por lo fundamental: el aprendizaje. Se familiarizaron con el vocabulario técnico, se dejaron los ojos viendo vídeos en Youtube sobre el proceso de fabricación de zapatos y leyeron todo lo que caía en sus manos sobre hormas, pieles y técnicas.

Los zapatos de Ray Garzia Shoes están hechos enteramente a mano por los artesanos del Taller de  Alfonso Senra, en Valverde del Camino. Allí, llevan más de un siglo fabricando zapatos que, originariamente, se hacían para el trabajo. Carmela y Alfonso les llevan las pieles (dato curioso: también usan pieles de perca o pez lobo) y los tacones hechos con madera de olivo de Jaén. No se puede ser más auténtico.

A finales de enero van a presentar su marca en la feria internacional de  moda Who´s Next? (París) con una colección que hemos tenido el placer de ver en primicia.

Para nosotros, conocerlos ha sido un maravilloso descubrimiento y de nuestra reunión con ellos nos fuimos con la sensación de que uno no ha visto unos zapatos de verdad hasta que no ve  los de Ray Garzia Shoes.

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SO CATCHY!: Dos arquitectos que deciden empezar a diseñar zapatos… ¿de dónde os viene la idea?

CARMELA: Nuestra relación con la moda era cero. Pero es que cualquier disciplina en la que intervenga el diseño es interesante para nosotros y nos llama  la atención, igual que los muebles o cualquier otra cosa. Y esto surgió porque, estando en Barcelona, ciudad que visitamos por motivos familiares, empezamos a hablar del zapato porque es un objeto en el que se puede plasmar la creatividad de muchísimas formas.

ALFONSO: Nosotros vamos juntos de tiendas y nos fijamos en las telas, le damos la vuelta a la manga para ver cómo está cosida. Siempre nos ha atraído la manufactura de la moda, la diferencia entre una puntada y otra, lo que hace que el tejido esté bien cosido y sea fuerte.

SC!: Parece que ha sido un proceso natural pero imaginamos que os habéis tenido que formar en este oficio…

ALFONSO: Nosotros hemos pasado a realizar zapatos con muchísima naturalidad, sin cambiar apenas nuestro proceso de trabajo. Cuando vamos a Valverde del Camino es como visitar una obra. Y luego llegas aquí y haces el trabajo del estudio. Es que los horarios, todo… Lo único que en lugar de hablar con el ingeniero de la obra, hablas con el que cose las suelas o el que suministra las pieles.

Claro está, desde que decidimos que queríamos diseñar zapatos hasta que pisamos Valverde del Camino pasaron varios meses. Ahí nos vimos todo lo que hay en Youtube sobre fabricación de zapatos, nos leímos todo lo que había sobre zapatos, hablábamos con todo el mundo que podíamos sobre este tema, cómo se hace esto y lo otro, en Ubrique nos asesoraron sobre pieles… Una vez que sabíamos los procesos y teníamos el vocabulario técnico para poder entender lo que allí nos iban a contar, fuimos allí… Si no hubiera sido así se hubieran reído de nosotros.

CARMELA: En realidad, el diseño de calzado y la arquitectura tiene muchas cosas en común, hacer un zapato y hacer un edificio. Lo hablamos muchas veces, cuando estás en el punto cero del diseño ya estás pensando en cómo se hace, no dices “ahora estoy en la fase de diseño y no pienso en la fabricación”. Tienes que conocer los procesos, las limitaciones que la tecnología, la mano de obra o el propio material te imponen. Hay que conocer muy bien el proceso antes de hacerlo realidad, desde el punto cero y esto es algo que tienen mucho en común ambas disciplinas.

SC!: ¿Cómo fue el proceso de diseñar el primer zapato?

CARMELA: Nosotros nos lo replanteamos todo desde la horma. Valverde del Camino hace zapatos de toda la vida pero con una horma determinada. Cualquiera que conozca el boto de Valverde  puede percibir que la horma es siempre la misma. Nos costó mucho dar con una persona que estaba abierta a hacer otras cosas. Y fueron unos zapateros de aquí de Sevilla los que nos aconsejaron sobre cómo suavizar las hormas, qué materiales utilizar para transformarlas partiendo de una horma específica. Y sobre esas hormas lo que sí hicimos fue empezar a dibujar el zapatos sobre ella y después descubrimos que mucha gente hace esto.

ALFONSO: A nosotros nos pasaba un poco eso cuando hacíamos planos de arquitectura a base de imaginarte cosas y explicar cosas que no existen todavía en tres dimensiones. Esa ventaja la aplicamos al zapato que, aparte de ser un objeto tridimensional, no tiene ningún corte simétrico por ninguna parte, esto nos ha facilitado mucho el poder comunicarnos con la gente del taller.

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SC!: ¿Teníais una idea preconcebida de cómo iba a ser el estilo, el diseño que Ray Garzia Shoes iba a seguir?

CARMELA: Al principio no teníamos para nada una idea preconcebida de cómo iban a ser. Nuestro punto de partida era el zapato de Valverde, entender cómo estaba hecho el zapato valverdeño desde los materiales que utilizaban hasta los cortes y los patrones y, una vez que tienes todas las piezas deshechas, replantearnos todo. Es el proceso de una búsqueda, de un experimento. Y ahí empezó, deshaciendo patrones, cortes, metiendo asimetrías… Lo que queríamos era un zapato en que se vea el proceso artesanal, que sea un zapato auténtico, que no esconde nada, el corte es así, que la madera es madera, que la piel con sus vetas es así porque no la hemos transformado. Solemos decir que queremos transmitir la honestidad en el zapato porque son diseños en los que se ve cómo están hechos los zapatos. Son el resultado de la búsqueda de este proceso artesanal y de la reinvención del zapato de Valverde.

SC!: ¿Cuál ha sido el reto más difícil que os habéis encontrado cuando decidisteis  comenzar a fabricar calzado?

ALFONSO: La preparación. Estuvimos meses aprendiendo todo lo necesario antes de comenzar a  hablar con los profesionales del sector. Desde manuales básicos de construcción de zapatos a alguna tesis doctoral sobre curtidos, vídeos de talleres, entrevistas, diccionarios técnicos…

SC!: ¿Qué os dijeron en el taller de Valverde cuando dijisteis lo que queríais hacer?

ALFONSO: Valverde tiene una tradición de mucho peso, fruto de un siglo de experiencia artesana acumulada. El boto de Valverde nunca fue un calzado de tendencia, sino un producto pensado para el trabajo. Partiendo de ahí, introducir una nueva perspectiva siempre es difícil, aunque al dar con las personas adecuadas todo fue rodado.

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SC!: ¿Alguna inspiración a la hora de diseñar, aparte del concepto de  la reinvención del calzado de Valverde?

CARMELA: Sí, siempre pensamos en nuestra tierra,  Andalucía. Los paisajes, la luz y la materia que llevamos grabados en nuestros recuerdos. Tenemos la suerte de relacionarnos con muchos artistas y artesanos, que también nos aportan mucho.

En relación con el peso de la tierra y la materia, nos sentimos muy cómodos dejando volar la imaginación con la obra de expresionistas consagrados como Kiefer, Barceló o Tápies.

SC!: ¿Qué creéis que estáis aportando al mundo del calzado?

ALFONSO: Acabamos de comenzar a andar, pero nos gustaría mucho ampliar las posibilidades de una industria artesana de tanta calidad como la valverdeña. Las posibilidades son inagotables, y ¡hay tanto por explorar!

SC!: ¿A quién admiráis en el mundo del calzado, qué marca os dice algo?

CARMELA: Pues depende de qué estemos analizando. Veréis, hacemos un estudio continuo del trabajo de otros creativos. Tenemos más de cien marcas analizadas que están haciendo un zapato de gran calidad. Por ejemplo, Pep Monjo nos parece un profesional muy honesto, que elabora diseños sencillos de mucho nivel, impecables. En Muñoz Vrandecic encontramos mucha pasión y unos materiales excepcionales que sus manos se encargan de transformar en pequeñas obras de arte. A nivel del star-system, admiramos la creatividad inagotable de Alexander Wang. No para de sacar cortes nuevos…

SC!: Apostáis por la calidad en los materiales y por el trabajo artesanal, y sin duda, cada detalle se ve reflejado en vuestros zapatos. ¿A qué creéis qué es debido el hecho de que en la actualidad muchas empresas se estén reciclando para dar una imagen más artesanal?

ALFONSO: Bueno, si lo hacen por convicción, nos parece genial. Es cierto que existe una tendencia creciente en los países occidentales que incide en lo “slow”. Pero lo slow hay que pagarlo, porque aporta más, significa más. No hay máquinas inagotables detrás; hay personas, familias, barrios, gremios… Si queremos mantener ese tesoro, está claro que todos debemos apostar seriamente y ser conscientes del valor de la calidad y del trabajo, no hacerlo sólo por seguir tendencia, porque si no, acabaremos comprando copias-slow.

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SC!: Habláis de qué estáis investigando nuevas maneras de trabajar las pieles, ¿cómo conseguís equilibrar el trabajo artesanal con la vanguardia en el diseño?

CARMELA: Hemos llegado a un acuerdo para trabajar en Ubrique en la elaboración de nuestro propio catálogo de acabados. Se trata de utilizar la tecnología punta de la que disponen allí y hacer cosas como batir pieles con arena y ver qué pasa, añadir grasas, tintes vegetales, tierra, grabar, dibujar,… eso nos va a permitir ampliar los límites hasta donde queramos y ofrecer un nivel de exclusividad altísimo. En estos primeros modelos hemos podido trabajar con una curtiduría pequeña que nos ha preparado pieles a la carta. Concretamente vidriados y empastados. La investigación es un pilar de Ray Garzía desde el primer segundo de su constitución como empresa y se puede hacer, sin duda, a la escala del artesano.

SC!: ¿Qué es lo que más valoráis de trabajar con el equipo del taller de Senra?

CARMELA: Su experiencia y el ambiente familiar.

SC!: Webs o revistas digitales que consultéis habitualmente…

ALFONSO: Nos encantan StreetetiquetteFreundevonfreunden, Parkcube, TheSelby y ‘el blog de Patricia’…

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SC!: Pronto estaréis en el Who´s Next de Paris, en la Première Classe, ¿cómo os sentís?

CARMELA: Es muy motivador. Estamos deseando escuchar atentamente los consejos y los comentarios de los profesionales del sector. También nos hace mucha ilusión poder explicarles en persona nuestro trabajo. Somos conscientes de que necesitamos afianzar la marca y esta cita puede ayudarnos mucho.

SC!: Personaje de ficción preferido…

ALFONSO Y CARMELA: Robinson Crusoe

SC!: ¿Por qué nombráis a vuestros zapatos con nombres de persona?

ALFONSO: Es que pasamos tantas horas con ellos que sería descortesía no llamarles por un nombre, ja,ja.


Fotos cortesía Lourdes Rodríquez y Ray Garzía Shoes

Layout por Michael Padilla